Tipos de galaxias

Una galaxia se ve siempre, en telescopios de aficionados, como una mancha difusa (de ahí, que durante mucho tiempo, se las confundiera con nebulosas) pero dotada con una luz especial, chispeante y llena de misterio. Casi todas nos presentan un aspecto alargado, aunque hay algunas que parecen casi circulares.

Todo depende de la inclinación de su plano sobre nuestra visual. En realidad, todas las galaxias tienen una forma más o menos discoidal: son ocho o diez veces más anchas que profundas.
Cuando vemos una galaxia de frente, ofreciéndonos una de sus caras, como ocurre con M51, apreciamos su portentosa estructura espiral. Por contrario, hay galaxias, como NGC 4665, en la cabellera de Berenice, que aparecen completamente de canto, y la vemos como una aguja de plata clavada en la negrura del cielo.
Pero no todas las galaxias poseen una estructura similar. Tenemos, en primer lugar, las elípticas: carecen de brazos; son perfectamente regulares, de gran densidad luminosa, y están formadas por estrellas gigantes. Por regla general, las galaxias más enormes que conocemos son elípticas.
Un estadio intermedio es el de las espirales, que son las más abundantes en el Universo conocido. Huble las divide, de acuerdo con el desarrollo de sus brazos, en tres tipos: Sa, Sb y Sc. Las que tienen los brazos poco desarrollados, apenas distinguibles del núcleo, son Sa; y las de brazos más largos y separados son Sc.
Las galaxias más distorsionadas son las barradas (tipos Sba, SBb y Sbc), en las que el núcleo está formada no por una gran esfera, sino por una especie de barra alargada de la cual parten las espiras, generalmente cortas y asimétricas. Las galaxias barradas son, por lo general, menos bellas, menos luminosas, pero su estructura es muy interesante.
Infografía de Mariana Espinosa Aldana
Hay, por último, galaxias irregulares. En la Osa Mayor tenemos, por ejemplo, la M82, extraño cuerpo que aparece como partido, doblado y distorsionado por una convulsión colosal. Más impresionante es la imagen de NGC 5128, en Centauro, que semeja una inmensa esfera rajada, despedazada, y envuelta en colosales nubes de polvo cósmico.