LLUVIAS DE METEOROS.

La lluvia de meteoros más popular del otoño es la de las Leónidas, que se da alrededor del 17 y 18 de noviembre y que ocasionalmente llega a ser muy intensa. Para observar dicho fenómeno astronómico lo mejor es realizarlo a simple vista desde el campo o desde la montaña, donde no exista polución  luminosa. Por descontado que el cielo debe estar despejado. Es imprescindible tener la visión adaptada a la oscuridad si quiere advertirse los meteoros débiles (que son la mayoría), lo cual se consigue al cabo de unos 15 ó 20 minutos de permanecer en la oscuridad. Una persona reclinada sobre un tumbona (el mejor medio) abarca con la vista aproximadamente un tercio de la bóveda celeste. Para contabilizar los meteoros, lo ideal es que se reúnan como minimo tres personas y se sitúen de forma que entre todos cubran el cielo.
No se olviden que las noches de noviembre son frías y que es preciso pasar bastante tiempo quieto para obtener una buena observación. El abrigo debe estar en consonancia. A pasarlo bien y anotar los resultados.

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